martes, 12 de octubre de 2010

La niñita con ojitos de estrella



Esta era una niñita que tenía ojos de estrellita, ella siempre miraba las estrellitas desde que era casi una bebecita, en sus sueños veía muchas veces estrellas, no era una coincidencia puesto que en sus ojitos color dorado se veían claramente rayitos que hacían ver sus pupilas como estrellas.
Un día, o mejor una noche, la niñita subió muy abrigada a la terraza de su casa a mirar las estrellas  pues el cielo despejado estaba repleto de ellas, entonces sucedió algo increíble, una pequeña estrella empezó a acercarse y a alejarse, como haciéndole guiños; la pequeña subió sus manitas e hizo el ademan de cogerla…pero claro…no pudo…;  entonces ella pensó que quizá pidiendo ayuda al buen ángel de las estrellita ( ya que su mamá le había dicho que el ángel de las estrellitas si existía) y la envolvió una dulce brisa, y así fue que como en un estado de ensoñación fue llevada muy alto, pero antes de subir alcanzo a coger un balde (cubo) que estaba por ahí.
Entonces lo que paso fue algo maravilloso ya que las nubes iban formando caminitos blancos por donde ella iba y como en surcos a los lados se encontraban las estrellitas, eran brillantes y multicolores, como flores del cielo, la pequeña se sintió plena de dicha y fue a coger las estrellitas.    Camino y camino recogiendo las estrellitas y colocándolas en su baldecito (cubo),  hasta que éste estuvo lleno de brillantes y hermosísimas estrellas, ningún tesoro se comparaba a aquel que la niñita tenía allí en ese sencillo cubo.
Para volver a su casita las nubes le formaron un tobogán muy suavecito y ella resbalo muy segura por el hasta llegar a su pequeña sillita mecedora  de madera allí siguió meciéndose disfrutando del brillo se sus atesoradas estrellas, ningún niño, pensaba ella, es tan dichoso como yo. De pronto sintió que los brazos de su padre la llevaban cuidadosamente a su camita, allí la mamá la cubrió con el edredón de estrellitas que tanto le encantaba y le canto la canción de siempre: “duerme ya duerme ya…”
Al día siguiente lo primero que hizo fue encaramarse a la terraza y buscar el cubo de estrellas brillantes y hermosas que había cosechado, al verlo vacio rompió a llorar hasta que su madre acudió y le explico que quizá todo había sido un sueño, la niñita no quería aceptar esto.  Entonces sucedió algo inexplicable, en pleno día una estrellita se asomo en el firmamento, la madre entonces supo que algo sobrenatural había en todo esto y le dijo a la pequeña que si había un lugar sublime e increíblemente hermoso donde ella algún día podría cosechar millones de bellísimas estrellas pero que debía para ello ser muy buena aquí en este mundo.

2 comentarios:

  1. Esta historia es un pedido especial, me quede dormida cuando me la contaste y siempre me quede con la curiosidad, te quiero mucho gracias por escribirla.

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  2. Una historia llena de imaginacion que muestra las maravillas de el universo. Muy linda!

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